De qué se trata la malnutrición y cuáles son los síntomas. Y cómo revertirla
Los especialistas explican que la malnutrición oculta es una afección en el crecimiento y se caracteriza por carencias nutricionales ocultas detrás de un cuerpo normal o incluso con exceso de peso.
Además, afirman que hay una nutrición deficitaria o defectuosa, y se trata de un desequilibrio entre la cantidad de alimentos y demás nutrientes que necesita el organismo para su correcto desarrollo y los que absorbe.
Así, la malnutrición se asocia con frecuencia a un déficit en la alimentación, pero también puede ser debido a una sobre alimentación, plantean.
De este modo, una nutrición deficitaria ocurre cuando no se toman en cantidad suficiente uno o más nutrientes vitales para el correcto desarrollo y funcionamiento del organismo.
Por ejemplo, deficiencias en vitaminas B2, B1, B6, A y C, y una ingesta deficiente de hierro, calcio, ácido fólico, vitamina A y C.
Mientras que la necesidad de mantener una nutrición adecuada es constante, las demandas del organismo diarias y a lo largo de la vida son variables.
Y ciertos hábitos de alimentación determinan un mayor riesgo en la aparición de carencias específicas de vitaminas y minerales (micronutrientes). Ser flaco no es sinónimo de ser saludable.
Síntomas de una malnutrición
La malnutrición se desarrolla lentamente, a lo largo de meses o años, afirman los especialistas.
Los cambios a nivel celular aparecen cuando se vacían las reservas del organismo, afectando a procesos metabólicos y disminuyendo la capacidad del organismo de defenderse ante las infecciones.
Y pueden aparecer una serie de síntomas:
-En los niños, retraso o enlentecimiento del crecimiento, distensión del abdomen, apatía y languidez.
-.Anemia.
-Pérdida de peso y de masa muscular, debilidad.
-Piel seca y escamosa.
-Acumulación de líquidos (edema).
-Cabello frágil y fino.
-Uñas quebradizas y malformadas (en forma de cuchara).
-Diarrea crónica.
-Retraso en la curación de las heridas.
-Dolor óseo y articular.
-Alteraciones mentales como confusión e irritabilidad.
-Bocio (aumento del tamaño de la glándula tiroidea).
Además, los déficits nutricionales específicos causan síntomas característicos. Por ejemplo, el déficit de vitamina B12 provoca hormigueo, entumecimiento y sensación de quemazón en manos y pies.
El déficit de vitamina A produce ceguera nocturna y un aumento de la sensibilidad a la luz.
La falta de vitamina D puede causar dolor, malformaciones óseas u osteomalacia. La gravedad de los síntomas depende de la intensidad y la duración del déficit. Algunas alteraciones, por ejemplo, a nivel óseo y nervioso, pueden ser irreversibles.
La mejor manera de prevenir la malnutrición es intentar llevar una dieta de lo más variada posible, con alimentos crudos y cocidos, y hacer uso de alimentos fortificados con micronutrientes, complejos vitamínicos, y así se previenen carencias de vitaminas y minerales.
También se recomienda consultar con un especialista.
(Fuentes: www.vitonica.com y labtestsonline.es )